¡Porque lo digo yo!
Debemos construir nuevas tradiciones como la vida va pasando, siendo fieles a nosotros mismos, moldeando nuestro propio camino. Pero qué tan fácil es hacer esto?. Que tan fácil es "construir nuevas tradiciones"?.
No es fácil, lo sabemos.
Siempre he notado como es la culpa, el freno fundamental, culpa al querer decir o hacer algo que no era lo habitual en la familia, de no estar de acuerdo con tradiciones, acciones, pensamientos, costumbres, de querer intentar algo diferente, de no querer cargar con algo que no es de nosotros, la culpa de creer herir a alguien con esto y no saber como remediarlo.
Se complica el escribir, pensar, meditar sobre las relaciones familiares y como estas nos atan en la vida, nos condicionan cultural y tradicionalmente, como sientes que heredas una mochila pesada que no sabes si estás a gusto con lo que hay dentro, conforme o de acuerdo.
Se complica aún más hablarlo en voz alta, poner límites y decir NO quiero, NO me gusta, NO estoy de acuerdo. Pero creo que es necesario hacerlo, por nuestro bien y por el de ellos. Es necesario bajar la mochila, revisarla a detalle, dejar lo que nos haga sentido, dejar lo poco de lo ajeno con lo que podamos cargar y esperar poder llenarla a lo largo de nuestra vida, con nuestra propia vida. ¡Ah! Y por favor, no le demos ninguna mochila a quienes nos sucedan.
Porque cuando aligeramos la carga podemos ir por la vida más tranquila, permitiéndonos descubrir nuevas tradiciones, acciones, pensamientos, costumbres. Y está bien!.
¡Está bien que en noche vieja no quieras hacer la tradicional cena navideña porque se te antojo viajar y recibir el año nuevo en otra ciudad, con otras personas, nuevas costumbres y otro idioma, quizás!
Está bien que tengas planes individuales en tu cumpleaños, está bien que te enamores de quien a ti te guste, no al que le guste a tu familia, está bien que no vivas cerca de ellos toda la vida, no porque no los ames, pero amas la aventura y amas vivir nuevas experiencias, está bien que no los llames todos los días, porque necesitas tu espacio, porque no te sientes a gusto con sus costumbres, porque las respetas, pero no las compartes, está bien todo esto y está bien todo lo contrario; se trata de que la relación que mantengamos con nuestros familiares sea sana, no perfecta, que te pongas tú como prioridad porque cada quien tienen sus tiempos y sus oportunidades, que puedas poner límites y no sentir culpa por ello.
Que todo lo que hagas por ellos sea por querer, no por deber. Que no es ¡Porque lo digo yo!, porque no hay amor más grande que el que se da desde la libertad!, que no caigamos en manipulaciones, y que si es necesario busquemos terapia para hacer las pases con nosotros y con ellos. Quizás esto lleve a romper relaciones, quizás esto lleve a amarlos más, a entender mejor al otro, a hacer las pases con nuestro pasado y a poder dibujar nuestro único futuro, pero es necesario y urgente.
Termino como comencé: Debemos construir nuevas tradiciones como la vida va pasando, siendo fieles a nosotros mismos, moldeando nuestro propio camino y agrego, cargando una mochila que sea solo nuestra y que desaparezca cuando nosotros lo hagamos de este mundo.