Números y más números.

Amo cumplir años, amo celebrar el día con una torta y muchas velas, amo las canciones de cumpleaños y sentir que ese día soy especial. Pero no todo lo del día es alegría, porque llegan las preguntas, llega la melancolía de los años pasados, llega el miedo a envejecer, llega la comparación, llegan cosas que no digo pero siento.
Queremos crecer, sí pero no.

Al pasar de los años esperamos haber cumplido una lista de deberes para con nosotros y con quienes nos rodean, esperamos haber terminado nuestros estudios, encontrado el amor, esperamos haber recorrido el mundo, ser exitoso, tener dinero, tener una familia, casa propia, esperamos no fracasar y si hay tristezas que duren poco. Entendemos entonces que la vida se trata de que esos años cumplidos no se pueden desperdiciar, no pueden pasar en vano, estos años nos definen y definen cuantos logros hemos obtenido.

Pero es que acaso, ¿está determinada nuestra vida por los números que sumamos? 

Sin duda siempre he creído que para conseguir toda nuestra lista para sobrellevar los años,  debemos si o si y poco se habla de ello, entender el poder de la curiosidad y la creatividad; entender el rol que tienen en nuestra vida y serlo, ser creativos y curiosos.

La filósofa Simone de Beauvoir decía:

- la persona que envejece no solo debería hacerlo de forma serena sino apasionadamente creativa- 

Cuánta razón Simone!!

No me importa si piensan que es algo infantil, en realidad no tolero mucho a las personas que lo creen porque se les nota, se les nota lo poco curiosas y creativas que son.  Al ser curioso siempre podremos encontrar nuevas cosas que hacer, es un arma que nos ayudará a afrontar problemas, siempre podremos encontrar nuevas oportunidades y nos valdremos de nuestras propias aptitudes para conseguir éxito en pequeñas ó grandes cosas y es que solo así entenderemos el valor que hay en nosotros...pero esto, es un tema para otro post.

La curiosidad es la esencia misma del ser humano, pero se lo dejamos solo a los niños porque creemos que es su materia pendiente, que ellos deben sorprenderse ante las cosas nuevas, que ellos deben hacer todas las preguntas necesarias que surjan de su curiosidad a los mayores para poder afrontar la vida; el tema es que siempre, siempre así tengamos 50 años estamos afrontando la vida y no siempre hay mayores a quienes hacerle las preguntas, porque nosotros somos los mayores!!!. Entonces ahogamos esa curiosidad y damos por sentado todo.

Somos más viejos!! no hay tiempo para esas cosas.

Sin un alma curiosa es difícil que desarrolles un espíritu creativo, no hablo de creatividad artística que es algo que solemos confundir también, la creatividad va más allá de eso. Entonces vamos envejeciendo, vamos queriendo crecer sí, pero no. 

¡¡Cómo quisiéramos tener el espíritu más joven, cómo quisiera cumplir años menos!!

Mientras tengamos el alma curiosa y espíritu creativo, siempre seremos jóvenes. Y no!! la vida no está determinada por los números que sumamos.

Palabras Imprudentes

Mucho por hablar, mucho por escribir.

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